Salmo 55 Completo con Explicación
Salmo 55 Completo con Explicación

Salmo 55 Completo y Con Explicación

Introducción al Salmo 55

El Salmo 55 es un lamento vibrante atribuido al Rey David. Su tema central es la profunda angustia causada por la traición de un amigo íntimo y la persecución de enemigos. Este salmo es un testimonio conmovedor de cómo la fe se aferra a Dios en medio de la más dolorosa desilusión humana. David expresa un deseo intenso de huir de su sufrimiento, pero finalmente concluye reafirmando su total confianza en el cuidado y el juicio justo de Dios, especialmente en el conocido versículo 22.

Salmo 55 Completo

1.Escucha, oh Dios, mi oración,

2.y no te escondas de mi súplica.

3.Está atento, y respóndeme;

4.Clamo en mi oración, y me conmuevo,

5.A causa de la voz del enemigo,

6.y por la opresión del impío;

7.Porque echaron sobre mí iniquidad,

8.y con furor me persiguen.

9.Mi corazón está dolorido dentro de mí,

10.Y terrores de muerte sobre mí han caído.

11.Temor y temblor vinieron sobre mí,

12.Y horror me ha cubierto.

13.Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma!

14.Volaría yo, y descansaría.

15.Ciertamente huiría lejos;

16.Moraría en el desierto.

17.Selah

18.Apresuraríame a escapar

19.Del viento borrascoso, de la tempestad.

20.Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos;

21.Porque he visto violencia y contienda en la ciudad.

22.Día y noche la rodean sobre sus muros;

23.E iniquidad y trabajo hay en medio de ella.

24.Maldad hay en medio de ella;

25.El fraude y el engaño no se apartan de sus plazas.

26.Porque no me vituperó un enemigo,

27.Lo cual habría soportado;

28.Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,

29.Porque me hubiera ocultado de él;

30.Sino tú, hombre al que yo igualaba,

31.Compañero mío, y mi familiar;

32.Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,

33.Y andábamos en la casa de Dios en multitud.

34.Que la muerte los asalte;

35.Desciendan vivos al Seol,

36.Porque hay maldades en sus moradas, y en medio de ellos.

37.En cuanto a mí, a Dios clamaré;

38.Y Jehová me salvará.

39.Tarde, mañana y a mediodía oraré y clamaré,

40.Y él oirá mi voz.

41.Él redimirá mi alma en paz de la guerra contra mí,

42.Aunque son muchos los que contienden conmigo.

43.Dios oirá, y los afligirá,

44.Luego que pase el tiempo,

45.Por cuanto no cambian, ni temen a Dios.

46.Selah

47.Extendió el hombre sus manos contra los que estaban en paz con él;

48.Violó su pacto.

49.Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla,

50.Pero guerra hay en su corazón;

51.Suaviza sus palabras más que el aceite,

52.Mas ellas son espadas desnudas.

53.Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;

54.No dejará para siempre caído al justo.

55.Mas tú, oh Dios, harás descender a aquellos al pozo de la destrucción;

56.Los hombres sanguinarios y engañadores no vivirán la mitad de sus días;

57.Pero yo en ti confiaré.

Explicación del Salmo 55

El salmo se divide en tres secciones principales que trazan el viaje emocional de David: lamento, dolor por la traición y reafirmación de la fe. Versículos 1-8 (Angustia y Deseo de Huida): David inicia con una súplica intensa por la intervención divina. Se siente abrumado por el terror, la opresión y la amenaza de muerte. Su famoso clamor en el versículo 6, "¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría", revela la desesperación humana de escapar de circunstancias intolerables. Versículos 9-15 (La Traición del Amigo): El salmista pide juicio (una oración de imprecación) contra los malvados que llenan la ciudad de violencia. Sin embargo, el dolor se magnifica a partir del versículo 12. David declara que la afrenta no provino de un enemigo abierto (lo cual habría sido tolerable), sino de un "compañero mío, y mi familiar", alguien con quien compartía confidencias e incluso culto espiritual ("andábamos en la casa de Dios"). Los eruditos a menudo vinculan esta traición con Ahitofel, consejero de David que se unió a la rebelión de Absalón (2 Samuel 15). Versículos 16-23 (Confianza y Juicio): A pesar de la profunda herida, David se retira a la oración constante: "Tarde, mañana y a mediodía oraré". Esta es la clave de su supervivencia espiritual. La fe del salmista triunfa sobre su dolor. Los versículos 20-21 describen la hipocresía del traidor (palabras suaves que esconden la guerra). El clímax teológico y espiritual es el versículo 22, un llamado atemporal a depositar todas las ansiedades y cargas en el Señor, contrastando la fidelidad de Dios con la corta vida de los engañadores. David concluye afirmando su confianza inquebrantable en el Dios que sustentará al justo.

Reflexión del Salmo 55

El Salmo 55 nos confronta con el dolor universal de la traición y la injusticia. En la vida moderna, enfrentamos "espadas desnudas" disfrazadas de palabras blandas, ya sea en el ámbito laboral, familiar o social. La reacción instintiva de David (desear alas de paloma y huir) es profundamente humana, pero la lección espiritual es no ceder a la huida emocional, sino a la rendición activa. El mensaje central para nuestra reflexión se encuentra en el versículo 22: "Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará". Cuando el peso de la traición, el rencor o la ansiedad amenaza con aplastarnos, este versículo nos llama a un acto de fe radical. Entregar la carga implica dejar de lado la necesidad de controlar la venganza o buscar la justicia por nuestros propios medios, y confiar en el carácter de Dios como Juez fiel. Es una invitación a la paz interior que solo se encuentra cuando soltamos el dolor y permitimos que el Señor sea nuestro sustentador.

Oración Basada en el Salmo 55

Dios Todopoderoso y fiel, mi alma está perturbada y mi corazón adolorido por las aflicciones que me rodean y por las heridas causadas por aquellos en quienes confié. Te ruego que no te escondas de mi súplica. Perdona mi debilidad cuando deseo huir del dolor como la paloma del desierto. Dame la fortaleza, Señor, para clamar a Ti mañana, tarde y a mediodía, y saber que Tú oirás mi voz. Ayúdame a extender mis manos y, por un acto de voluntad, echar sobre Ti esta pesada carga de angustia y traición. Susténtame, oh Dios, y no permitas que caiga en la amargura. Confío en que los hombres sanguinarios y engañadores no prevalecerán, y que Tú, el Justo, me redimirás en paz. Amén.