

Salmo 80 Completo y Con Explicación
Introducción al Salmo 80
El Salmo 80 es un conmovedor lamento comunitario, atribuido a Asaf. Es una súplica ferviente a Dios, el "Pastor de Israel", pidiendo restauración nacional después de un periodo de juicio, invasión, o gran dificultad. La imagen central es la de Israel como una vid que Dios trasplantó de Egipto y que ahora ha sido devastada. El tema recurrente es la triple invocación de restauración: "Oh Dios, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos" (vv. 3, 7, 19). Este salmo encapsula la angustia de un pueblo que se siente abandonado y clama por el retorno del favor divino.
Salmo 80 Completo
1.Al músico principal; sobre Lirios.
2.Testimonio.
3.Salmo de Asaf.
4.1 Oh Pastor de Israel, escucha;
5.Tú que guías a José como a un rebaño,
6.Tú que estás entre querubines, resplandece.
7.2 Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
8.Y ven a salvarnos.
9.3 Oh Dios, restáuranos;
10.Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
11.4 Jehová Dios de los ejércitos,
12.¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?
13.5 Les diste a comer pan de lágrimas,
14.Y a beber lágrimas en gran abundancia.
15.6 Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,
16.Y nuestros enemigos se burlan entre sí.
17.7 Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
18.Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
19.8 Hiciste venir una vid de Egipto;
20.Echaste las naciones, y la plantaste.
21.9 Limpiaste sitio delante de ella,
22.E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.
23.10 Los montes fueron cubiertos de su sombra,
24.Y con sus sarmientos los cedros de Dios.
25.11 Extendió sus vástagos hasta el mar,
26.Y hasta el río sus renuevos.
27.12 ¿Por qué has roto sus vallados,
28.Para que la pisen todos los que pasan por el camino?
29.13 La destroza el puerco montés,
30.Y la devora la bestia del campo.
31.14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
32.Mira desde el cielo, y considera,
33.Y visita esta vid,
34.15 La planta que plantó tu diestra,
35.Y el vástago que para ti fortaleciste.
36.16 Quemada a fuego está, asolada;
37.Perecen por la reprensión de tu rostro.
38.17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,
39.Sobre el hijo de hombre que para ti fortaleciste.
40.118 Y no nos apartaremos de ti;
41.Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.
42.19 ¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!
43.Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Explicación del Salmo 80
El salmo se divide en tres secciones, cada una centrada en la necesidad de intervención divina y culminando con el clamor de restauración. (vv. 1-7) La Súplica al Pastor y la queja: El salmista se dirige a Dios utilizando títulos poderosos: "Pastor de Israel" (un recordatorio de su cuidado providencial) y Aquel que está "entre querubines" (el trono de la presencia santa). La mención de Efraín, Benjamín y Manasés apunta a las tribus del Reino del Norte, sugiriendo que el contexto histórico podría ser posterior a la caída de Samaria (722 a.C.) o durante una invasión que afectó gravemente a estas tribus. El pueblo clama por el fin de la ira divina que les ha llevado a comer "pan de lágrimas" y ser objeto de burla. (vv. 8-13) La Alegoría de la Vid: Se emplea la poderosa metáfora de Israel como una vid. Dios mismo la sacó de Egipto, expulsó a las naciones cananeas y la plantó, asegurando su crecimiento y prosperidad. La pregunta central es de dolor e incomprensión: ¿Por qué, después de tanto cuidado, Dios ha retirado la protección ("roto sus vallados"), permitiendo que enemigos (el "puerco montés" y la "bestia del campo") la destruyan? Esto refleja la conciencia de que su sufrimiento es un juicio permitido por Dios. (vv. 14-19) Petición de Intervención y Compromiso: El salmista pide a Dios que "vuelva" y se acuerde de su vid. La vid se asocia con el "varón de tu diestra" o "hijo de hombre" (v. 17). Teológicamente, esta figura puede ser un rey ideal o el Mesías. El salmo concluye con una promesa de arrepentimiento: si Dios les da vida, ellos se comprometen a ser fieles y a invocar Su nombre, reiterando por tercera y última vez la petición crucial de salvación que proviene solo del rostro resplandeciente del Señor.
Reflexión del Salmo 80
La súplica central del Salmo 80, "Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos", es universal. A menudo, experimentamos periodos de sequía espiritual, crisis personales o sufrimiento colectivo, donde sentimos que Dios ha retirado su protección ("roto los vallados"). Este salmo nos enseña que el camino hacia la restauración comienza con la humildad y la honestidad de la lamentación. No temamos preguntarle a Dios: "¿Hasta cuándo?" y expresar nuestro dolor. Lo crucial es reconocer que nuestra salvación y plenitud no vienen de nuestros propios esfuerzos, sino únicamente cuando el rostro de Dios (su favor, su presencia activa) "resplandece" sobre nosotros. La reflexión nos llama a examinar dónde hemos fallado como "vid" y a reafirmar nuestro compromiso (v. 18): si Él nos da vida, le invocaremos y no nos apartaremos de Él. La verdadera restauración es siempre una renovación de la relación con el Divino Pastor.
Oración Basada en el Salmo 80
Oh, Señor Dios de los Ejércitos, Tú que eres el Pastor fiel que guías a tu pueblo. Nos postramos ante Ti en humildad, reconociendo las lágrimas y el dolor que nos rodean. Sentimos, como la vid asolada, que los vallados de nuestra protección se han caído. Te rogamos hoy: ¡Vuelve, oh Dios! Mira desde el cielo y visita la obra de tu mano. Fortalece al "varón de tu diestra", Jesucristo, para que a través de Él seamos restaurados. Ilumina nuestras vidas con tu favor. Quita de nosotros el pan de lágrimas y danos el pan de vida. Danos vida, Señor, y prometemos que no nos apartaremos de Ti. Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. Amén.



