Salmo 74 Completo con Explicación Salmo de Hoy
Salmo 74 Completo con Explicación Salmo de Hoy

Salmo 74 Completo y Con Explicación

Introducción al Salmo 74

El Salmo 74 es un "Maskil" (poema didáctico o contemplativo) atribuido a Asaf. Es un lamento comunal desesperado, una de las súplicas más intensas del Salterio, que clama a Dios en medio de una devastación nacional extrema. Históricamente, se cree que refleja el dolor y la confusión del pueblo de Judá tras la total destrucción del Templo de Jerusalén (el santuario) y la ciudad por parte de los babilonios en el año 586 a.C. El tema central es la queja por el aparente abandono de Dios y la urgente súplica para que Él recuerde Su pacto y actúe contra los enemigos que han profanado Su santo nombre y Su lugar de habitación.

Salmo 74 Completo

1.Salmo 74

2.¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?

3.¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

4.2 Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,

5.La que redimiste para hacer la tribu de tu heredad;

6.Este monte de Sion, donde has habitado.

7.3 Dirige tus pasos a los asolamientos perpetuos;

8.A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

9.4 Tus enemigos han bramado en medio de tus asambleas;

10.Han puesto sus banderas por señales.

11.5 Se han reconocido como quienes cortan leña

12.En un bosque denso.

13.6 Ahora con hachas y martillos

14.Han quebrado todas sus entalladuras.

15.7 Han puesto a fuego tu santuario,

16.Han profanado el tabernáculo de tu nombre,

17.Echándolo a tierra.

18.8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;

19.Han quemado todas las sinagogas de Dios en el país.

20.9 No vemos ya nuestras señales;

21.No hay más profeta, ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

22.10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el adversario?

23.¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

24.11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra?

25.¿Por qué la consumes dentro de tu seno?

26.12 Pero Dios es mi Rey desde tiempo antiguo;

27.El que obra salvación en medio de la tierra.

28.13 Dividiste el mar con tu poder;

29.Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.

30.14 Magullaste las cabezas del leviatán, y lo diste por comida

31.A los moradores del desierto.

32.15 Abriste la fuente y el río;

33.Secaste ríos impetuosos.

34.16 Tuyo es el día, tuya también es la noche;

35.Tú estableciste la luna y el sol.

36.17 Tú fijaste todos los términos de la tierra;

37.El verano y el invierno tú los formaste.

38.18 Acuérdate de esto, que el enemigo ha afrentado a Jehová,

39.Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.

40.19 No entregues a las fieras el alma de tu tórtola;

41.No olvides para siempre la vida de tus afligidos.

42.20 Mira el pacto,

43.Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.

44.21 No vuelva avergonzado el oprimido;

45.El afligido y el menesteroso alaben tu nombre.

46.22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa;

47.Acuérdate de cómo te injuria el insensato cada día.

48.23 No olvides las voces de tus enemigos;

49.El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

Explicación del Salmo 74

El Salmo 74 se articula en tres movimientos emocionales y teológicos. Los versículos 1-11 son un lamento desesperado y una interpelación directa a Dios. El pueblo, usando el plural, pregunta por el motivo de la ira divina y describe la aniquilación del santuario (vv. 3-8). El enemigo no solo destruye, sino que profana y se burla. La desolación es total: no quedan signos de la presencia de Dios ("señales") ni "profeta" para orientar a la comunidad (v. 9), lo que representa la crisis espiritual más profunda. La pregunta no es solo por el sufrimiento, sino por la duración de la blasfemia del adversario (v. 10). Los versículos 12-17 constituyen la sección central de fe y recuerdo. El salmista interrumpe la queja para recordar la soberanía eterna de Dios como Rey Creador y Redentor. Se evocan hechos poderosos del pasado, como la creación y el Éxodo, representados en metáforas de caos: "Dividiste el mar" y "Quebrantaste cabezas de monstruos" (v. 13), aludiendo a mitos cananeos y bíblicos que afirman el triunfo de Dios sobre las fuerzas del caos (el Leviatán). Al recordar que Dios controla las estaciones, el día y la noche, se reafirma que Él tiene el poder para revertir la ruina actual. Finalmente, los versículos 18-23 son la súplica final, enfocada en la vindicación del honor divino. El pueblo implora a Dios que actúe no solo por el bien de Su pueblo (la "tórtola" y los "afligidos"), sino porque el nombre de Jehová está siendo "afrentado" y blasfemado por el "pueblo insensato" (v. 18). El ruego final es que Dios se "levante" y "abogue [Su] causa" (v. 22), demandando justicia para que los oprimidos puedan alabar Su nombre.

Reflexión del Salmo 74

El mensaje central del Salmo 74 resuena profundamente en el creyente moderno cuando atraviesa épocas de gran crisis o cuando el orden moral del mundo parece derrumbarse. Este salmo nos autoriza a llevar nuestra queja más amarga y honesta ante el trono de Dios, preguntando por qué el mal parece prosperar y la iniquidad profana lo sagrado. Sin embargo, la fe bíblica nos obliga a hacer una transición crucial, como hizo Asaf: pasar de la descripción de la crisis (vv. 1-11) al recuerdo de la soberanía inmutable de Dios (vv. 12-17). Cuando nuestras "sinagogas" o nuestros pilares de fe son quemados por el caos o la persecución, nuestra esperanza no se basa en las circunstancias presentes, sino en que el Rey que controla el sol y las estaciones es el mismo que tiene el poder para juzgar y redimir. La reflexión última es que nuestra oración, en tiempos de angustia, debe alinearse con el propósito eterno de Dios: que Su nombre sea santificado y Su gloria vindicada ante el mundo que lo niega.

Oración Basada en el Salmo 74

Oh, Dios, Rey y Creador desde la antigüedad, ante el clamor de nuestro tiempo y la afrenta constante a Tu nombre, nos postramos con el dolor y la súplica de Asaf. Reconocemos con vergüenza los asolamientos que han tocado nuestra fe, y confesamos que a veces nos sentimos como ovejas desechadas. Pero recordamos Tu poder insuperable, que dividió el mar y fijó los términos de la tierra. Te pedimos que dirijas Tus pasos hacia los lugares de violencia y que mires el pacto de amor que estableciste. No permitas que el insensato continúe injuriando Tu nombre ni que el adversario tenga la última palabra. Levántate, oh Dios, y aboga Tu causa; defiende a Tu congregación, y haz que el afligido y el menesteroso encuentren refugio en Tu justicia, para que Tu nombre sea alabado en medio de la tierra, ahora y siempre. Amén.