Salmo 60 Completo con Explicación Salmo de Hoy
Salmo 60 Completo con Explicación Salmo de Hoy

Salmo 60 Completo y Con Explicación

Introducción al Salmo 60

El Salmo 60, titulado "Mictam de David" (un salmo didáctico o de oro) y "para enseñar", es un poderoso testimonio de la fe en medio de la adversidad. Su superescrito lo sitúa históricamente en un momento de crisis militar, específicamente después de las campañas contra los arameos y la crucial batalla contra Edom en el Valle de la Sal, donde Joab obtuvo una victoria decisiva. El salmo comienza con un lamento desgarrador por un aparente abandono y derrota, describiendo la nación como "quebrantada". Sin embargo, rápidamente transiciona hacia un recuerdo de las promesas de Dios, transformando la súplica inicial en una firme declaración de confianza en la victoria divina y soberana.

Salmo 60 Completo

1.Al Músico principal; sobre Lirios.

2.Testimonio.

3.Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y destrozó a Edom en el valle de la Sal, a doce mil hombres.

4.1 ¡Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;

5.Te has airado; ¡oh, vuélvete a nosotros!

6.2 Hiciste temblar la tierra, la hendiste;

7.Sana sus roturas, porque titubea.

8.3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;

9.Nos hiciste beber vino de aturdimiento.

10.4 Has dado a los que te temen bandera que alcen

11.Por causa de la verdad.

12.Selah

13.5 Para que se libren tus amados,

14.Salva con tu diestra, y óyenos.

15.6 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;

16.Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

17.7 Mío es Galaad, y mío es Manasés;

18.Efraín es la fortaleza de mi cabeza;

19.Judá es mi legislador.

20.8 Moab es la vasija para lavarme;

21.Sobre Edom echaré mi calzado;

22.Me regocijaré sobre Filistea.

23.9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?

24.¿Quién me guiará hasta Edom?

25.10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,

26.Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

27.11 Danos socorro contra el enemigo,

28.Porque vana es la ayuda del hombre.

29.12 En Dios haremos proezas;

30.Y él hollará a nuestros enemigos.

Explicación del Salmo 60

El Salmo 60 se estructura en tres secciones que reflejan el viaje de la fe en la crisis. Los versículos 1-5 son un lamento nacional. David no atribuye la derrota a la debilidad militar, sino a la ira de Dios (v. 1), sintiendo que Israel ha sido forzado a beber un "vino de aturdimiento" (v. 3), una metáfora de la desorientación y el juicio. La súplica es por el retorno de Dios para que Israel pueda ser una "bandera" (v. 4) que se alce por la verdad, buscando la liberación de los 'amados' de Dios (v. 5). Los versículos 6-8 constituyen el oráculo de salvación. Este es el punto de inflexión. David introduce la voz de Dios hablando desde Su santuario, reafirmando el pacto. Dios declara su soberanía incondicional sobre todo el territorio de Israel (Siquem, Sucot, Galaad, Manasés, Efraín, Judá). Luego, extiende esta soberanía a las naciones enemigas, utilizando un lenguaje de desprecio y conquista absoluta: Moab es reducido a un objeto de limpieza (vasija para lavarse), Edom es posesión total (echaré mi calzado sobre él), y Filistea es conquistada con un grito de triunfo. Los versículos 9-12 son la súplica renovada y la conclusión de fe. El salmista, habiendo oído la promesa de Dios, convierte su incertidumbre pasada ("¿Quién me llevará...?") en una oración determinada. El abandono percibido (v. 10) es confrontado con la realidad de la promesa. David concluye que la ayuda humana es inútil (v. 11), y por lo tanto, la victoria es enteramente dependiente de la acción divina. La fe culmina en la certeza: "En Dios haremos proezas; Y él hollará a nuestros enemigos" (v. 12).

Reflexión del Salmo 60

El Salmo 60 nos enseña la dinámica esencial de la oración en tiempos de crisis: primero, la honestidad brutal ante el dolor y el sentido de fracaso, y segundo, el anclaje firme en la inmutabilidad de la Palabra de Dios. En nuestra vida, enfrentamos batallas que nos hacen sentir quebrantados, como si la tierra que pisamos temblara. La tentación es buscar "la ayuda del hombre", recurriendo a estrategias mundanas o recursos limitados. La aplicación práctica es crucial: debemos pasar de la lamentación (la percepción de que Dios se ha airado) al recuerdo de Su promesa (la declaración en Su santuario, v. 6). ¿Cuáles son nuestros 'Moabs' o 'Edoms' personales? Son aquellos obstáculos o hábitos que parecen inexpugnables. Este Salmo nos recuerda que Dios ya ha declarado posesión y dominio sobre cada parte de nuestra vida y sobre cualquier enemigo. La victoria no viene de nuestra capacidad de luchar, sino de nuestra certeza de que, al estar alineados con Su propósito, Él marchará con nuestros ejércitos. Nuestra fe se resume en la resolución final: no confiamos en la fuerza, sino en el Dios que nos permite hacer proezas.

Oración Basada en el Salmo 60

Amado Dios, soberano sobre toda tierra y toda circunstancia, confesamos que a veces el "vino de aturdimiento" de las pruebas nos hace sentir desechados y quebrantados. Te rogamos que restaures las roturas en nuestras vidas y nos vuelvas a Ti con favor. Te damos gracias por Tu inquebrantable promesa desde Tu santuario. Ayúdanos a recordar que Tú eres dueño de todo lo que somos y que nuestros enemigos están bajo el calzado de Tu victoria. Que esta verdad sea nuestra bandera. Guíanos, Señor, a la ciudad fortificada de Tu voluntad. Con la convicción de que vana es la ayuda del hombre, ponemos toda nuestra confianza en Ti. Fortalécenos, oh Dios, para que, por medio de Tu poder, hagamos proezas. Que Tú, y solo Tú, hollés a todo lo que se opone a Tu gloria en nuestras vidas. Amén.