Salmo 72 Completo con Explicación Salmo de Hoy
Salmo 72 Completo con Explicación Salmo de Hoy

Salmo 72 Completo y Con Explicación

Introducción al Salmo 72

El Salmo 72 es el salmo final del Libro Segundo del Salterio. Lleva el título "Salmo de Salomón" (o "Para Salomón"), aunque algunos eruditos lo ven como una oración por el rey reinante, compuesta quizás por David en sus últimos días o por un escriba posterior. Su tema central es la oración por un rey justo y poderoso que establezca la paz, proteja a los necesitados y extienda su dominio sobre toda la tierra, sirviendo como un modelo de la realeza perfecta que solo se cumpliría plenamente en el Mesías, Jesucristo.

Salmo 72 Completo

1.Oh Dios, da tus juicios al rey,

2.y tu justicia al hijo del rey.

3.El juzgará a tu pueblo con justicia,

4.y a tus afligidos con juicio.

5.Los montes llevarán paz al pueblo,

6.y los collados justicia.

7.Juzgará a los afligidos del pueblo,

8.salvará a los hijos del menesteroso,

9.y quebrantará al opresor.

10.Te temerán mientras duren el sol

11.y la luna, de generación en generación.

12.Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;

13.Como el rocío que destila sobre la tierra.

14.Florecerá en sus días justicia,

15.y plenitud de paz, hasta que no haya luna.

16.Dominará de mar a mar,

17.y desde el río hasta los confines de la tierra.

18.Ante él se postrarán los moradores del desierto,

19.y sus enemigos lamerán el polvo.

20.Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes;

21.Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

22.Todos los reyes se postrarán delante de él;

23.Todas las naciones le servirán.

24.Porque él librará al menesteroso que clamare,

25.y al afligido que no tuviere quien le socorra.

26.Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,

27.y salvará la vida de los pobres.

28.De engaño y de violencia redimirá sus almas,

29.y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

30.Vivirá, y se le dará del oro de Sabá;

31.Se orará por él continuamente,

32.y todo el día se le bendecirá.

33.Será echado un puñado de grano en tierra, en las cumbres de los montes;

34.Su fruto hará ruido como el Líbano,

35.y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.

36.Será su nombre para siempre;

37.Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.

38.Benditas serán en él todas las naciones;

39.Lo llamarán bienaventurado.

40.Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,

41.El único que hace maravillas.

42.Bendito su nombre glorioso para siempre,

43.y toda la tierra sea llena de su gloria.

44.Amén y Amén.

45.Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

Explicación del Salmo 72

Este salmo se divide en varias peticiones y promesas. Los versículos 1-7 son una oración por la justicia del rey (el hijo del rey), solicitando que su gobierno esté marcado por el juicio imparcial y la paz (V. 3). La promesa de que su reinado será tan constante como el sol y la luna (V. 5) introduce la idea de una permanencia divina. Los versículos 8-11 extienden este reinado a un dominio universal, "de mar a mar", lo cual es una clara hipérbole para un rey humano como Salomón, señalando inevitablemente a un Rey Mayor. Los versículos 12-14 describen el carácter del monarca: un defensor apasionado de los pobres y los oprimidos, para quien la vida de los necesitados es "preciosa". Este enfoque en la justicia social y la redención del pobre es un sello distintivo de la realeza de Dios. Los versículos 15-17 detallan la prosperidad que resulta de tal reinado justo: cosechas abundantes y bendiciones internacionales que hacen que todas las naciones lo llamen bienaventurado. Los versículos 18-20 no son parte del salmo en sí, sino una doxología formal que concluye el Libro II del Salterio ("Bendito Jehová Dios... Amén y Amén"), seguida de la nota editorial que declara el fin de las oraciones atribuidas a David, hijo de Isaí. Teológicamente, este salmo encuentra su cumplimiento perfecto en el Señor Jesucristo, el Rey que ya reina y que vendrá a juzgar al mundo con justicia y equidad (Apocalipsis 11:15).

Reflexión del Salmo 72

El Salmo 72 nos desafía a evaluar nuestra propia visión de la autoridad y la justicia. Si bien oramos por líderes justos, la reflexión más profunda reside en reconocer que el único Rey perfecto es Cristo. ¿De qué manera reflejamos en nuestra vida cotidiana la justicia que Su Reino demanda? La preocupación del rey por el "menesteroso" (V. 12) nos llama a la acción, recordándonos que la fe genuina incluye la defensa activa de los vulnerables y la lucha contra la opresión y el engaño. La promesa de que "su nombre será para siempre" (V. 17) nos da una esperanza inquebrantable. Este salmo nos invita a vivir bajo la expectativa de un reino donde la paz y la justicia florecen, y a clamar por la venida plena de ese reino, sabiendo que en Él, todas nuestras esperanzas de equidad son satisfechas.

Oración Basada en el Salmo 72

Oh, Señor Jesucristo, Rey de justicia eterna, te damos gracias porque tu reino no es de este mundo, pero tiene poder sobre él. Te pedimos que grabes en nuestros corazones la pasión por la justicia que se describe en este Salmo. Danos ojos para ver y manos para socorrer al menesteroso y al afligido, y que la sangre de los pobres sea preciosa ante nuestros ojos. Que tu paz, más duradera que el sol y la luna, descienda sobre la tierra, y que tu nombre sea glorificado desde el río hasta los confines. Haz que florezcamos en obediencia a tu Palabra y que cada nación te sirva y te llame bienaventurado. Bendito seas, oh Dios de Israel, por siempre. Amén.